Las razones por las cuales el comunicador Pablo Timoteo Ross Gómez (Pablo Ross), quien nació en San Pedro de Macorís en 1967, fue condenado a 10 años de prisión es de todos conocidas.
El 27 de agosto del 2019 los medios de comunicación reseñaban la condena de 10 años que el Ministerio Público había logrado contra Pablo Ross por haber cometido incesto contra su hijastra.
Ya Ross tiene 7 años en prisión. Sería bueno que las autoridades revisaran su caso, su comportamiento en la cárcel y sobre todo su salud mental y si todavía representa algún peligro para la joven abusada y su familia.
Todo ser humano tiene derecho al arrepentimiento y de lo que debe estar segura la justicia es si en su caso su corazón y mente están ya curados por el tiempo.
En un programa de televisión de la periodista Nuria Piera varias reconocidas comunicadoras denunciaron que habían sido acosadas por el comunicador
El acercamiento que recuerdo con Pablo Ross fue de compañero de trabajo solidario ante una situación laboral injusta de falta de pago en los inicios de CDN cuando leíamos noticias para la radio junto al locutor Luis Alberto Perdomo. El único pago recibido era la voz de Pablo Ross cuando pasaba por la cabina y me decía tienes una hermosa voz.
La motivación del escrito ha sido a propósito de varias comumicadoras y comunicadores que han externado su opinión de que el comunicador ya ha aprendido la lección y debería estar en su hogar e insertado de nuevo en la sociedad como una persona que solo dejará salir de su ser comportamientos de provecho y positivismo para todo su entorno.
Recientemente se le ha variado la condena al comunicador de Santiago, El Payaso Kanki, después de haber estado preso por varios años por denuncia de agresión sexual a varios jóvenes. Puede visitar su hogar varios días a la semana.
El caso de Pablo Ross debe ser revisado y ver la posibilidad de que de nuevo pueda salir y visitar a su familia aunque sea una vez por semana.
También se debe pensar en darle de nuevo la oportunidad de permitirle el derecho a la palabra y de llegar de nuevo a los miles de receptores que escuchaban sus orientaciones sociales y políticas que hoy por una mala jugada de la vida ya no pueden oír.
La justicia ha cumplido con su papel, ahora es momento de que Pablo Ross le pida perdón a la sociedad y prometa ser un individuo de bien y que dé muestras de que se ha producido un cambio en su persona.

