Guido Gómez Mazara envía carta al presidente del PRM donde condena las aspiraciones políticas actuales

Por: Redacción Mirador Central

Santo Domingo. El dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y director del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel), Guido Gómez Mazara, envió una carta al presidente de esa organización y ministro de la Presidencia, José Ignacio Paliza, en la que le advierte del peligro de aspiraciones políticas en estos momentos.

En el documento, con fecha 16 de junio de este año, Mazara apela al espíritu de racionalidad política y lectura provechosa de Paliza.

A continuación, la carta de Gómez Mazara a Paliza:

Santo Domingo, D.N.

16 de junio de 2025

Su despacho

Estimado compañero:

El 24 de octubre del año pasado te envié una carta, apelando a la condición jerárquica y convencido de que, las organizaciones partidarias con sentido de sensatez, leen o aprenden de los errores para no repetirlos. Desafortunadamente, en la tradición política nuestra ejercer el poder genera un delirio fatal, capaz de crispar la tolerancia y sensatez en franjas organizacionales y segmentos ciudadanos, lo que combinado con un disgusto a la postre puede alcanzar potencialidades de una desgracia sin precedentes.

No olvidemos: ganamos el poder debido a la ruptura ética de los parámetros de un partido que, hizo un uso tramposo de la noción de decencia y transparencia. Y, cuando la sociedad certificó sus excesos, llegó la indignación cívica que nos elevó al punto de mayor respaldo electoral. Además, un reflejo poco analizado del torneo del 2024, consiste en evidenciar los altísimos niveles de abstención. Aunque repetimos el triunfo, somos mayoritarios en el marco de una minoría ciudadana. De ahí la necesidad de revisar conductas desde la gestión y examinar con sinceridad los auténticos liderazgos y perfiles que requieren los ciudadanos a los que el vano concepto de lo mediático y el vil componente clientelar no lograrán convencer.

Constituiría una derrota histórica que desde el poder nos parezcamos en nuestro accionar al estilo opulento que combatíamos en la trinchera opositora.

Garantizamos un cambio, y no podemos generar ninguna sospecha en la sociedad de que no estamos haciendo hasta lo imposible por cristalizarlo. Por eso, un simple rasgo de similitud con las fuerzas derrotadas nos aproximarían a la frustración, porque los pueblos reconfiguran su sentido de lo políticamente útil al percibir que no se les conduce con efectividad a puerto seguro. Por ello, la necesidad de lograr una institucionalidad partidaria con energía para devolver a la racionalidad y sensatez; manifestación que desdeñe el carril de los plazos legales en materia de contiendas internas y elección de las candidaturas en el 2028.

Resulta irónico que, intenciones presidenciales distantes de los plazos determinados por la ley, compitan en los medios de comunicación con logros oficiales en capacidad de servir como bandera de eficiencia y asfaltar el camino de futuras victorias. Una economía que crece 4%, la inflación controlada en 3%, un nivel de ocupación laboral sobre 5 millones de ciudadanos, la más alta reducción de la mortalidad materno infantil en los últimos 15 años y múltiples logros en lo social, tecnológico y turismo podrían servir de cuadro comparativo de las futuras batallas. Lamentablemente, no aprendemos a impulsar el carro del triunfo entre todos, y habilitamos la amarga vocación por lo individual.

Imagínate, la manía de alimentar la ponzoña artera de adversarios, aduciendo garantías de protección individual aunque destruyan el resto de las tropas oficiales. En el territorio publicitario y otros ámbitos, la jurisprudencia es excesiva.

Concluyo con la reiteración y el deseo de la vuelta al cauce de lo institucional, aspectos que nos importa a todos. Mi naturaleza me inclina siempre a decir lo que pienso. No soy parte de la Dirección Ejecutiva por mi profunda fe en hacer las cosas en el marco estrictamente democrático, concediéndole a la mayoría la oportunidad de elegir por la fuerza de los votos. Por eso, solicito que en la próxima reunión coloquen como punto de agenda el tema de las aspiraciones, plazos y reglas institucionales a cumplir.

En lo personal, envié una misiva a cada uno de los compañeros que, de manera pública han manifestado sus intenciones hacia el año 2028, respecto de la urgencia de un trato cordial, y sinceramente respetuoso de los plazos institucionales.