El mercado de las pulgas

Por: María Hernández

A propósito del reciente incendio ocurrido en el Merca Santo Domingo y en donde más de cien negocios fueron afectados por las llamas,  nos viene a la memoria que fue hacia ese lugar a donde  en el año 2020 trasladaron el mercado de las Pulgas a donde ciudadanos de diferentes clases sociales  acudían a vender o a comprar diferentes productos, no solo ropa.

 Sin embargo,  cada sábado observamos como los chinos residentes en nuestro país realizan su mercado de comidas, con todo lo que ello conlleva,  basura y otros desperdicios que van a parar a nuestra importante avenida México que está siendo utilizada como vertedero de esos negocios de comida de los residentes chinos a lis que no han podido someter a las reglas,  en el caso de  del destino final de los desechos que producen.

Si el mercado de las pulgas de la Luperón se reubicó en las afueras de la ciudad por la basura que acumulaban, sería bueno que observaran qué tipo de negocios hay desde la plaza de la Luperón hasta la bomba de la Isabel Aguiar. Se puede observar a los vendedores en las guaguas plataneras,  vendedores haitianos y los minibuses de las guaguas que hacen la ruta de la Luperón, que son los que en la actualidad ocupan el espacio que utilizaban los vendedores del mercado de las pulgas en el pasado.

El poder de los chóferes y  los vendedores del vecino Haití pudieron más que los dominicanos que cada domingo bajaban cerca de ese Malecón a exhibir sus artículos y que ya se había convertido en una forma de botar el golpe,  como dicen, al tiempo que se conseguían ropas, zapatos,  tenis, juegos de sábana,  antenas de televisión,  carteras,  correas, entre otros, a precios muy bajos.

Este martes 10 de junio pudimos observar que los negocios de venta de ropa de paca y otros accesorios se han puesto muy de moda en zonas como Los Farrallones, entre otros del Municipio Santo Domingo Este a precios muy económicos,  como los de los mercados de las pulgas.

Esto da un dinamismo inusual a esa zona desde hace unos meses, como lo describen los comunitarios.

Nos surge la idea de que el Gran Santo Domingo pudiera tener un mercado de las pulgas en cada uno de los municipios Santo Domingo, Norte, Oeste y el Distrito Nacional,  con la asesoría de cada una de esas alcaldías.

Espacios hermosos que se vuelvan tan atractivos como los grandes bazares del mundo y que sirvan de motivación a los extranjeros o dominicanos que viven en el exterior para visitar cada escenario de esos y llevarse un regalo original para cada uno de los países en donde viven.

Las alcaldías deben incentivar el trabajo informal y ayudar a regularizarlo con infraestructuras hermosas y no tan caras por las que los comerciantes puedan pagar algún pequeño arbitrio.

Lo que se observa en cada espacio de venta callejera de los dominicanos es destrucción por todas partes por parte de las alcaldías en donde están ubicados y la gente se resiste a sucumbir ante el maltrato de las autoridades a las que ofertaron sus votos en las elecciones municipales del 2024.

Aunque es reconfortante ver la resilencia,  por ejemplo,  de los vendedores de ropas, frutas,  vegetales,  frituras, cocos, caña y otros productos al lado de las hojas de zinc y los muros que los separan de las remodelaciones del Kilómetro 9 de la autopista Duarte,  que parecen nunca terminar 

Esperamos que a los vendedores del mercado de las pulgas que estaban en la Luperón con Independencia y que ahora han perdido sus mercancías en el incendio del Merca Santo Domingo sean recompensados por el Estado y no pierdan lo poco que tenían en mercancías, dentro de las 110 tiendas que resultaron afectadas por el siniestro.